La violencia armada incide en el desarrollo, esta verdad aparentemente evidente, es relativamente nueva en el contexto internacional.
A partir de la reunión de evaluación del UNpoa del año 2001 se inicia un proceso en Naciones Unidas para avanzar en el estudio de estos elementos.
En Bolivia no es posible conocer el impacto de la violencia armada en los índices de desarrollo pues no existen estadísticas confiables a nível de los organos de investigación (FELCC, Ministerio Público) y el sistema de salud ni siquiera contempla en sus indicadores a los heridos y muertos por armas de fuego.
La violencia armada como factor que incide en el desarrollo resulta clara en el caso de conflictos políticos (el caso de Africa, México o Colombia, por ejemplo), pero en los países como Bolivia en el que no existe un conflicto armado la apreciación de su incidencia resulta más complicada fundamentalmente porque es un problema que aún no ha sido visibilizado por la sociedad o por las autoridades.
En un escenario de este tipo es un reto avanzar en la redacción de documentos o la construcción de una agenda que incluya este elemento, ignorado pero que -sin duda- deteriora la calidad de vida de los bolivianos.
A partir de la reunión de evaluación del UNpoa del año 2001 se inicia un proceso en Naciones Unidas para avanzar en el estudio de estos elementos.
En Bolivia no es posible conocer el impacto de la violencia armada en los índices de desarrollo pues no existen estadísticas confiables a nível de los organos de investigación (FELCC, Ministerio Público) y el sistema de salud ni siquiera contempla en sus indicadores a los heridos y muertos por armas de fuego.
La violencia armada como factor que incide en el desarrollo resulta clara en el caso de conflictos políticos (el caso de Africa, México o Colombia, por ejemplo), pero en los países como Bolivia en el que no existe un conflicto armado la apreciación de su incidencia resulta más complicada fundamentalmente porque es un problema que aún no ha sido visibilizado por la sociedad o por las autoridades.
En un escenario de este tipo es un reto avanzar en la redacción de documentos o la construcción de una agenda que incluya este elemento, ignorado pero que -sin duda- deteriora la calidad de vida de los bolivianos.
Comentarios