La prensa internacional ha intentado reflejar -con la mayor precisión posible para un caso judicialmente declarado como reservado- los pormenores de la muerte de tres personas y la aprehensión de dos más que formarían parte de un comando armado cuyo objetivo final era o la eliminación del presidente o la protección de la región (mayormente opositora) de Santa Cruz. La primera evidencia para realizar un análisis de los hechos es que no se cuentan con los elemntos suficientes de juicio para lograr determinar que es lo que realmente sucedió ese 16 de abril cuando un grupo de élite de la policía boliviana ingreso a un hotel y quitó la vida a estas tres personas. La segunda evidencia es que la calidad de persona de cada uno de ellos ha sido relegada por sus actividades, incluso podría suponerse que en Bolivía se dio carta abierta para matar "terroristas", aparentemente el discurso del terror suele ir ligado al debilitamiento de los derechos humanos de aquellos etiquetados como pel...