La vida de muchos artistas e intelectuales se encuentra signada con una relación de pareja destructiva, lo que puede ser un indicio de mala gestión de las relaciones interpersonales en beneficio de otros intereses o sólo un interés especial de los biógrafos en este tipo de relación.
Lo interesante de una relación de este tipo es que ninguno de los involucrados parece darse cuenta de su camino hacia el abismo.
Muchas veces es la historia del genio casado con la simple, o del maestro casado con la ignorante, del virtuoso con la prostituta o del joven con la anciana. En el fondo son relaciones que salen de la "normalidad" aunque -paradójicamente- sean ejemplos de historias románticas en el sentido televisivo del termino.
Vivir una relación de este tipo tiene como prerequisito que no notes que vives en ese tipo de relación, simplemente caes en ella y la sobrevives, o no.
Un buen día despiertas y te das cuenta que ella no está.
Y entonces te preguntas si algún día podrás apreciar el aburrimiento de la normalidad de una niña bien.
Lo interesante de una relación de este tipo es que ninguno de los involucrados parece darse cuenta de su camino hacia el abismo.
Muchas veces es la historia del genio casado con la simple, o del maestro casado con la ignorante, del virtuoso con la prostituta o del joven con la anciana. En el fondo son relaciones que salen de la "normalidad" aunque -paradójicamente- sean ejemplos de historias románticas en el sentido televisivo del termino.
Vivir una relación de este tipo tiene como prerequisito que no notes que vives en ese tipo de relación, simplemente caes en ella y la sobrevives, o no.
Un buen día despiertas y te das cuenta que ella no está.
Y entonces te preguntas si algún día podrás apreciar el aburrimiento de la normalidad de una niña bien.
Comentarios
Una diferencia "te das cuenta que ella no está", ahí fue al revés... un día yo no estuve más.
Ahora estoy con una "niña bien" y la paz inunda el alma.
Bien, bien escrito