Los sistemas de justicia están cuestionados en casi todo el mundo.
Frases del estilo "la peor justicia es la de ..." donde rellenas el nombre de tu país son frecuentes en más países de los que cree la mayoría.
Los sistemas de justicia se moldean a la medida de lo que quiere el financiador, y el financiador suele ser el Banco Mundial, o alguna agencia gringa.
La desconfianza del inversor extranjero no está en que el sistema de justicia sea más injusto que en su país, la desconfianza es que el socio local pueda influenciar más a su administración de justicia.
Existen claros casos que desmienten lo que diré, pero solo aplican para los caso por encima de los 10 millones y solo si el juez es MUY bueno.
Ante un sistema de justicia que genera desconfianza la opción es el Arbitraje, un juicio con jueces independientes.
En el fondo quieren decir jueces millonarios que solo ven casos por los que les pagan porcentajes de lo que se discute.
Suena bien, pero en el fondo estamos hablando de Arbitros que conocen a los abogados que litigan porque nos vemos 6 o 7 veces al año en cocteles.
Estamos hablando de un circuito de universidades, centros de estudios o seminarios en los que todos nos conocemos y en los que se veta al Estudio de Abogados que no se adecúa al esquema.
Y el esquema es caro, unos 100 mil euros al año. Entre cursos, cenas y premios.
No son corruptos, pero no les lleven el caso de un pobre.
Frases del estilo "la peor justicia es la de ..." donde rellenas el nombre de tu país son frecuentes en más países de los que cree la mayoría.
Los sistemas de justicia se moldean a la medida de lo que quiere el financiador, y el financiador suele ser el Banco Mundial, o alguna agencia gringa.
La desconfianza del inversor extranjero no está en que el sistema de justicia sea más injusto que en su país, la desconfianza es que el socio local pueda influenciar más a su administración de justicia.
Existen claros casos que desmienten lo que diré, pero solo aplican para los caso por encima de los 10 millones y solo si el juez es MUY bueno.
Ante un sistema de justicia que genera desconfianza la opción es el Arbitraje, un juicio con jueces independientes.
En el fondo quieren decir jueces millonarios que solo ven casos por los que les pagan porcentajes de lo que se discute.
Suena bien, pero en el fondo estamos hablando de Arbitros que conocen a los abogados que litigan porque nos vemos 6 o 7 veces al año en cocteles.
Estamos hablando de un circuito de universidades, centros de estudios o seminarios en los que todos nos conocemos y en los que se veta al Estudio de Abogados que no se adecúa al esquema.
Y el esquema es caro, unos 100 mil euros al año. Entre cursos, cenas y premios.
No son corruptos, pero no les lleven el caso de un pobre.
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