Estos últimos meses he estado trabajando -más que de costumbre- en el exterior de Bolivia. Me he visto tentado peligrosamente a pasarme al lado oscuro de la fuerza...que en mi caso sería convertirme en un abogado corporativo trabajando en algún directorio, usando corbata a diario y preocupándome por que mi empresa gane mucho dinero para que yo tenga jugosos bonos.
Por suerte la tentación no fue suficientemente grande y vuelvo acá (más que físicamente, mentalmente) con todas las ganas de trabajar por ayudar un poquito a mi país, y -¿por qué no?- hacer crecer a mis empresas, tanto las lucrativas como las sin fines de lucro.
Negociando en el exterior una de las desventajas de entrada que tenemos es el elevado riesgo país que nos gastamos, esto por muchas consecuencias, pero las que pude comprobar y me tuvieron tiempo pensando y negociando son:
1. Las aseguradoras cobran primas muy altas para asegurar inversiones en el país, y algunas incluso se niegan a asegurar determinados tipos de inversión en Bolivia. Esto en el caso de muchos tipos de empresa (y sobre todo las que cotizan en bolsa) es un factor que hace imposible la inversión en Bolivia.
2. Los plazos son demasiado cortos para hacer sustentables emprendimientos, ya sean los plazos de un crédito o de recuperación de una inversión se acortan o alargan en mérito al riesgo país...en el caso de Bolivia, he visto como un miserable año suena demasaido largo para algunas empresas.
Desde el lado oscuro de la fuerza abogadil, estas son desventajas y razón suficiente para despotricar e insultar al gobierno o a los compañeros de octubre. Pero yo prefiero volver y trabajar para que algún día logre ejercer mi derecho de salir y negociar mirando a los ojos a la gente, sin ninguna desventaja.
Por suerte la tentación no fue suficientemente grande y vuelvo acá (más que físicamente, mentalmente) con todas las ganas de trabajar por ayudar un poquito a mi país, y -¿por qué no?- hacer crecer a mis empresas, tanto las lucrativas como las sin fines de lucro.
Negociando en el exterior una de las desventajas de entrada que tenemos es el elevado riesgo país que nos gastamos, esto por muchas consecuencias, pero las que pude comprobar y me tuvieron tiempo pensando y negociando son:
1. Las aseguradoras cobran primas muy altas para asegurar inversiones en el país, y algunas incluso se niegan a asegurar determinados tipos de inversión en Bolivia. Esto en el caso de muchos tipos de empresa (y sobre todo las que cotizan en bolsa) es un factor que hace imposible la inversión en Bolivia.
2. Los plazos son demasiado cortos para hacer sustentables emprendimientos, ya sean los plazos de un crédito o de recuperación de una inversión se acortan o alargan en mérito al riesgo país...en el caso de Bolivia, he visto como un miserable año suena demasaido largo para algunas empresas.
Desde el lado oscuro de la fuerza abogadil, estas son desventajas y razón suficiente para despotricar e insultar al gobierno o a los compañeros de octubre. Pero yo prefiero volver y trabajar para que algún día logre ejercer mi derecho de salir y negociar mirando a los ojos a la gente, sin ninguna desventaja.
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