Penas altas no limitan los delitos, el GRAN ejemplo práctico es el caso boliviano con su Ley de Sustancias Controladas (Ley numero 1008), que fija penas entre ocho y 25 años de cárcel para los delitos de tráfico o fabricación de estupefacientes (entre otros). Sin embargo, a pesar de las penas altas el narcotráfico no ha desparecido ni mucho menos.
Por el contrario, los que hablan de penas altas para reducir los delitos no pueden mostrar ejemplos prácticos en los que esta "solución" hubiese funcionado.
Más dinero a la policía, es el perfil que se dio en Ecuador o en Panamá, donde las reformas policiales implican un enorme gasto público para equipar a sus policías y para dotarlas de sueldos altos.
Sin embargo, los niveles de "inseguridad" no se han reducido, de hecho en Ecuador recientemente se dictó un estado de excepción por la "alta inseguridad", yo estaba en Quito cuando se dictó esta medida -precisamente estuve con gente que trabaja en esta reforma- y vi como el incidente que colmó el vaso fue un asalto a un cajero de un casino al que le robaron miles de dólares que transportaba sin vigilancia policial.
No se en que terminó la investigación pero el modus operandi, las declaraciones de la policía ("deberían habernos llamado como escolta para evitar el robo"), y mi mente enferma me hizo recordar el caso de Blas Valencia ( Coronel de la Policía boliviana) que dirigió el asalto a un vehículo que transportaba fondos en la ciudad de La Paz, tengo amigos policías que son muy buenos tipos pero si piensan que ningún policía esta vinculado con casos de delincuencia es que no leen los periódicos.
Después del asalto en Ecuador el ejercito tomo las calles, ¿saben ustedes cuál es la ventaja de un estado de excepción y el movimiento de tropas? nuevamente siendo mal pensado y conociendo experiencias previas (en los 80´s) en Bolivia, la ventaja son los cientos de miles de dólares que se manejan sin seguir los procedimientos regulares de contratación, en sólo los costos de alimentación y transporte de tropas, moviendo unos numeros y aumentando algunas cosillas, algún ministro o general se puede hacer millonario.....claro que eso es ser muy mal pensado, a veces hay que preguntarse ¿quién gana con la inseguridad? o si se tiene muy pero muy podrida la cabeza, hasta uno puede imaginar a policías o al ejercito detrás de estos asaltos, pero eso ya es ir muy lejos, ¿no?
Crear policías regionales, tampoco parece una solución razonable. Pregúntense ¿quiénes ocuparan los puestos de policías? seguramente no será gente formada adecuadamente, tendremos personas sin formación -armadas- y con sueldos bajos...¿¿¿¿en serio quieren llenar las calles con gente de este perfil????
Limitar las libertades, es en realidad limitar las libertades de los pobres. Políticas como las de La Paz de cerrar los boliches a las 4 de la mañana (en Sucre, Quito o Guayaquil a las 3), lo que genera en todas las ciudades es que existan lugares con protección o vinculos especiales en los que la gente que puede pagar se puede quedar hasta la hora que le de la gana, iba a poner los nombres de los boliches en los que personalmente me amanecí en todas las ciudades con prohibición, pero mejor no, confien en mi (je).
Esas respuestas en ocasiones son parte de un discurso autoritario en el que el sistema crea enemigos de los cuales defenderse, pero eso mejor lo planteo en otro post.
Por el contrario, los que hablan de penas altas para reducir los delitos no pueden mostrar ejemplos prácticos en los que esta "solución" hubiese funcionado.
Más dinero a la policía, es el perfil que se dio en Ecuador o en Panamá, donde las reformas policiales implican un enorme gasto público para equipar a sus policías y para dotarlas de sueldos altos.
Sin embargo, los niveles de "inseguridad" no se han reducido, de hecho en Ecuador recientemente se dictó un estado de excepción por la "alta inseguridad", yo estaba en Quito cuando se dictó esta medida -precisamente estuve con gente que trabaja en esta reforma- y vi como el incidente que colmó el vaso fue un asalto a un cajero de un casino al que le robaron miles de dólares que transportaba sin vigilancia policial.
No se en que terminó la investigación pero el modus operandi, las declaraciones de la policía ("deberían habernos llamado como escolta para evitar el robo"), y mi mente enferma me hizo recordar el caso de Blas Valencia ( Coronel de la Policía boliviana) que dirigió el asalto a un vehículo que transportaba fondos en la ciudad de La Paz, tengo amigos policías que son muy buenos tipos pero si piensan que ningún policía esta vinculado con casos de delincuencia es que no leen los periódicos.
Después del asalto en Ecuador el ejercito tomo las calles, ¿saben ustedes cuál es la ventaja de un estado de excepción y el movimiento de tropas? nuevamente siendo mal pensado y conociendo experiencias previas (en los 80´s) en Bolivia, la ventaja son los cientos de miles de dólares que se manejan sin seguir los procedimientos regulares de contratación, en sólo los costos de alimentación y transporte de tropas, moviendo unos numeros y aumentando algunas cosillas, algún ministro o general se puede hacer millonario.....claro que eso es ser muy mal pensado, a veces hay que preguntarse ¿quién gana con la inseguridad? o si se tiene muy pero muy podrida la cabeza, hasta uno puede imaginar a policías o al ejercito detrás de estos asaltos, pero eso ya es ir muy lejos, ¿no?
Crear policías regionales, tampoco parece una solución razonable. Pregúntense ¿quiénes ocuparan los puestos de policías? seguramente no será gente formada adecuadamente, tendremos personas sin formación -armadas- y con sueldos bajos...¿¿¿¿en serio quieren llenar las calles con gente de este perfil????
Limitar las libertades, es en realidad limitar las libertades de los pobres. Políticas como las de La Paz de cerrar los boliches a las 4 de la mañana (en Sucre, Quito o Guayaquil a las 3), lo que genera en todas las ciudades es que existan lugares con protección o vinculos especiales en los que la gente que puede pagar se puede quedar hasta la hora que le de la gana, iba a poner los nombres de los boliches en los que personalmente me amanecí en todas las ciudades con prohibición, pero mejor no, confien en mi (je).
Esas respuestas en ocasiones son parte de un discurso autoritario en el que el sistema crea enemigos de los cuales defenderse, pero eso mejor lo planteo en otro post.
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