Antes de llegar a El Encerrado había ido a otra población (La Esperanza) a la que llegué después de cruzar un río en una canoa y caminar unas dos horas, pensaba que no podía existir un viaje más complicado....falta de perspicacia de mi parte al no considerar que no podía ser fácil llegar a un lugar que se llama EL ENCERRADO.
Me recogieron temprano de mi hotel en Riberalta y fuimos a la pista (aeropuerto?) en el camino sutilmente me preparaban para lo que me esperaba, no se quedaron cortos al describir a la avioneta como una peta con alas, esa avioneta creo que originalmente era una Cessna, pero después de décadas de reparaciones era algo así como una mezcla de muchas otras, la miré y no me despertó confianza y que el piloto nos pida que nos situemos atrás de la avioneta para despegar tampoco me puso más tranquilo.
El vuelo fue como ir en un auto sin aire acondicionado a 40 grados, con el añadido de que una avioneta no tiene ventanas y que las ráfagas de viento que te suben y bajan son mil veces peores que el peor de los caminos.
Llegamos a El Encerrado después de unas dos horas de vuelo y el piloto empezó a dar vueltas para ver donde podía aterrizar, en un vuelo normal te piden que subas las mesitas, pongas recto tu asiento y te abroches el cinturón.....en este vuelo el piloto nos pidó que todos nos fuesemos adelante de la avioneta; por suerte no tengo miedo a volar, bueh, después de ese aterrizaje como que me siento muy seguro en cualquier otro avión.
Claro que yo tenía la posibilidad de tener una avioneta a mi disposición......
Me recogieron temprano de mi hotel en Riberalta y fuimos a la pista (aeropuerto?) en el camino sutilmente me preparaban para lo que me esperaba, no se quedaron cortos al describir a la avioneta como una peta con alas, esa avioneta creo que originalmente era una Cessna, pero después de décadas de reparaciones era algo así como una mezcla de muchas otras, la miré y no me despertó confianza y que el piloto nos pida que nos situemos atrás de la avioneta para despegar tampoco me puso más tranquilo.
El vuelo fue como ir en un auto sin aire acondicionado a 40 grados, con el añadido de que una avioneta no tiene ventanas y que las ráfagas de viento que te suben y bajan son mil veces peores que el peor de los caminos.
Llegamos a El Encerrado después de unas dos horas de vuelo y el piloto empezó a dar vueltas para ver donde podía aterrizar, en un vuelo normal te piden que subas las mesitas, pongas recto tu asiento y te abroches el cinturón.....en este vuelo el piloto nos pidó que todos nos fuesemos adelante de la avioneta; por suerte no tengo miedo a volar, bueh, después de ese aterrizaje como que me siento muy seguro en cualquier otro avión.
Claro que yo tenía la posibilidad de tener una avioneta a mi disposición......
Comentarios
Saludos!
bueno tu blog, pero no soy nada nada musical como para opinar