Me parece que tenías demasiado alcohol en la sangre como para recordar la dirección de este blog, pero aún así cumpliré lo que te dije.
Te dejo no porque estemos juntos, sino porque es necesario que de una vez te quede claro que: estas sola, estas sola porque tú construiste con cuidado esa soledad, estas sola porque así es la vida y así eres tú, estas sola porque -entre muchos otros- yo ya no estoy más ahí.
Te perdonaría los kilos de más, las arrugas y hasta que odies al presidente. No consideraría tu nueva risa, tu acento cool o tus joyas tan caras. Casi ni me fijaría en tu nuevo estilo de vestir tan a la moda, tan señora-conclase.
Pero no puedo dejar pasar el hecho de que tú ya no eres tú y no podría perdonarte nunca que hubieses terminado con todo lo que nos unía en ti.
Te diré por mi parte que sí tomo cerveza, que me gusta el JW etiqueta azul que descubriste en mi comedor y te sonaste, pero que la cerveza la tomo por convicción y el whisky por gusto, un gusto culpable como cuando comencé a mentirte para salir con otras amigas.
Que en todos estos años si compré el auto que tantas veces envidiamos, ahora esta en algún garaje de tránsito destrozado por completo.
Compré también un pinball un gimnasio y todos los juegos nuevos que se ponen de moda….aunque, como siempre, me aburro de ellos cada vez más rápido.
Que tuve otra novia modelo, aunque ya la dejé como a los juegos.
Sigo escapándole a las drogas aunque de vez en cuando a las semilegales no, lamento pensar en tu nariz en este momento, a propósito buen cirujano pero creo que no lo necesitabas ni ahí arriba ni ahí abajo.
Que ya nunca voy a cazar por convicción contra las armas, que no podré enseñarte a disparar porque ya no quiero volver a sentir el olor de la pólvora y porqué, compañera, espero que no te suicides pronto.
Te dejo no porque estemos juntos, sino porque es necesario que de una vez te quede claro que: estas sola, estas sola porque tú construiste con cuidado esa soledad, estas sola porque así es la vida y así eres tú, estas sola porque -entre muchos otros- yo ya no estoy más ahí.
Te perdonaría los kilos de más, las arrugas y hasta que odies al presidente. No consideraría tu nueva risa, tu acento cool o tus joyas tan caras. Casi ni me fijaría en tu nuevo estilo de vestir tan a la moda, tan señora-conclase.
Pero no puedo dejar pasar el hecho de que tú ya no eres tú y no podría perdonarte nunca que hubieses terminado con todo lo que nos unía en ti.
Te diré por mi parte que sí tomo cerveza, que me gusta el JW etiqueta azul que descubriste en mi comedor y te sonaste, pero que la cerveza la tomo por convicción y el whisky por gusto, un gusto culpable como cuando comencé a mentirte para salir con otras amigas.
Que en todos estos años si compré el auto que tantas veces envidiamos, ahora esta en algún garaje de tránsito destrozado por completo.
Compré también un pinball un gimnasio y todos los juegos nuevos que se ponen de moda….aunque, como siempre, me aburro de ellos cada vez más rápido.
Que tuve otra novia modelo, aunque ya la dejé como a los juegos.
Sigo escapándole a las drogas aunque de vez en cuando a las semilegales no, lamento pensar en tu nariz en este momento, a propósito buen cirujano pero creo que no lo necesitabas ni ahí arriba ni ahí abajo.
Que ya nunca voy a cazar por convicción contra las armas, que no podré enseñarte a disparar porque ya no quiero volver a sentir el olor de la pólvora y porqué, compañera, espero que no te suicides pronto.
Comentarios
Un saludo.
Bueno, compay, los corazones rotos se curan en un tiempito (te lo firmo) pero las almas rotas ni siquiera el mejor cirujano podría.
Saludos!!!
gracias por pasar.